Cuando cursaba el segundo año de primaria e iba a casa con mi mama y uno de mis hermanos después de un día divertido en la escuela, note en un pequeño rincón de la calle en la cual solíamos pasar, cuatro perritos solos totalmente abandonados,mi hermano y yo le preguntamos a mi mama que si nos permitía llevarnos a uno a nuestra casa, ella poco convencida acepto;al principio el pequeño cachorrito no se adaptaba a su nuevo y cálido hogar pero con el paso del tiempo se fue convirtiendo en el mejor perro que jamas imaginamos tener, a él no le gustaba estar adentro de la casa, le fascinaba estar afuera nos seguía a todos lados y nos divertíamos mucho tratando de perseguirlo para que se regresara a casa. Era muy limpio, su colita estaba enrollada,sin duda era el mejor amigo, al que mas seguía era a mi padre. Puedo decir que era un buen protector pues a la gente desconocida no la dejaba pasar. Cuando murió me sentí muy triste, ahora lo recuerdo y me alegro al pensar que fui afortunada por permitirme brindarle mi cariño.
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